Por qué tu equipo no está comprometido

Del equipo reactivo al equipo con responsabilidad compartida

¿Te ha pasado que sales de la clínica un viernes por la tarde, agotado, con la sensación de que has tirado tú solo del carro otra semana más?

Y te preguntas en silencio:
¿Por qué mi equipo no se implica como yo? ¿Es que no les importa?

Pero lo que de verdad te duele es esta frase que nunca dices en voz alta:
“Estoy pagando sueldos a personas que solo hacen lo justo… cuando lo hacen”.

Lo que ves… y lo que no ves

En el día a día, lo que se ve es claro:

Pero lo que no se ve es aún más peligroso:

El compromiso no se exige, se cultiva

Aquí va una verdad incómoda:
Un equipo no comprometido no es (solo) culpa del equipo.
Muchas veces, es el resultado de un sistema mal diseñado.

Porque nadie se siente parte de algo si:

Y mientras eso no cambie, da igual cuántas formaciones hagas, qué tan bien pagues o si organizas cenas de empresa. El equipo solo actuará por reacción, no por responsabilidad.

¿Qué diferencia a un equipo reactivo de uno con responsabilidad compartida?

Equipo reactivoEquipo con responsabilidad compartida
Hace lo justoPiensa en el paciente y en la clínica
Cumple horariosBusca resultados
Espera indicacionesPropone y ejecuta mejoras
Se enfoca en tareasSe enfoca en objetivos
No pregunta por quéEntiende el para qué

Cómo empezar a transformar tu equipo desde ya

Aquí van 5 acciones sencillas pero poderosas para dar el primer paso:

Un recordatorio para cerrar

Si estás liderando una clínica con gente poco comprometida, quizá has creado sin querer un sistema donde no se necesita el compromiso para sobrevivir.

Pero puedes rediseñarlo.
Puedes cambiar las reglas del juego.
Y cuando eso pasa, no solo cambia el equipo.
Cambias tú.